Ex profesora de matemáticas, Fatine Gharbi dedicó gran parte de su vida a enseñar a sus alumnos el fascinante mundo de Pitágoras. Con una pasión inquebrantable por la educación, destacó por su capacidad para hacer que las matemáticas fueran accesibles y divertidas. Sin embargo, en su corazón, siempre había un sueño latente: abrir un restaurante donde pudiera combinar su amor por la cocina marroquí y la repostería francesa.
Pasaba sus días en el instituto, pero cada vez que regresaba a casa, se sumergía en la cocina. Experimentaba con especias exóticas y recetas tradicionales marroquíes, mientras también perfeccionaba su técnica en la elaboración de pasteles y tartas francesas. Sus amigos y familiares siempre elogiaban sus platillos, lo que alimentaba aún más su deseo de compartir su pasión con el mundo.
Después de muchos años de enseñanza, Fatine decide que es el momento de dar el salto. Con el apoyo de sus seres queridos, se embarca en la aventura de abrir su propio restaurante. El lugar, que llama « MAISON GHARBI » en honor a sus padres, es un espacio acogedor donde los aromas de la cocina marroquí se entrelazan con la dulzura de la repostería francesa.
« MAISON GHARBI » se caracteriza por su ambiente cálido y su deliciosa comida. Fatine encuentra en su nuevo camino la misma satisfacción que había sentido al enseñar, pero ahora a través de la cocina. Su historia es un recordatorio de que, a veces, seguir nuestros sueños puede llevarnos a lugares inesperados y maravillosos.